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Popocatépetl: Historia Reciente de su Actividad Eruptiva

  • Rebecca Villegas
  • 30 oct 2024
  • 4 Min. de lectura

El volcán Popocatépetl, uno de los más emblemáticos y activos de México, ha estado en el centro de la atención debido a su reciente actividad eruptiva. En las últimas semanas, este majestuoso estratovolcán ha demostrado que sigue siendo un formidable fenómeno natural, liberando material incandescente y generando enormes columnas de ceniza que han cruzado fronteras.


Última gran actividad eruptiva del Popocatépetl


La última gran actividad eruptiva del Popocatépetl se produjo en el mes de octubre de 2024, cuando el volcán mostró un comportamiento inusual y extraordinario. Desde principios de octubre, se han documentado más de 3 mil minutos de tremor, un indicativo de la actividad sísmica que precede a las erupciones. Este periodo ha estado marcado por exhalaciones constantes de humo y ceniza, así como por la formación de domos de lava, que han dejado impresionantes imágenes del volcán en erupción.


El 26 de octubre, por ejemplo, se registró una noche eruptiva notable que fue capturada en video por diversos usuarios de redes sociales. Las imágenes muestran cómo las llamaradas y las columnas de ceniza se elevan por encima del cráter, creando un espectáculo que, aunque impresionante, también conlleva riesgos significativos para las comunidades cercanas.


La alerta amarilla se activó en su segunda fase, lo que indica que la actividad volcánica ha alcanzado niveles que podrían suponer un riesgo para la población. El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha advertido que 'Don Goyo', como es conocido el volcán, podría continuar emitiendo plumas de vapor, lluvias de ceniza y borbotones de material incandescente en los próximos días.


Las evacuaciones del pasado


Históricamente, el Popocatépetl ha tenido episodios de actividad que han obligado a las autoridades a implementar medidas de evacuación. Uno de los episodios más memorables ocurrió el 15 de diciembre de 2000, cuando cerca de 41 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares en un radio de seguridad de 13 kilómetros establecido por el entonces coordinador general de Protección Civil, Oscar Navarro Gárate. Esta decisión fue tomada ante el incremento de la actividad del volcán, que se percibía como una inminente erupción.


Las comunidades afectadas, especialmente las de Santiago Xalitzintla y San Pedro Benito Juárez en Puebla, fueron trasladadas a albergues temporales donde se les proporcionaron cubrebocas para protegerse de las cenizas que caían del cielo.


A pesar de que las autoridades negaron que el semáforo de alerta se hubiera puesto en rojo, las medidas tomadas fueron estrictas y necesarias, dado el riesgo inminente.


Durante esta evacuación, el volcán mostró una actividad que culminó en una serie de erupciones que, aunque de baja explosividad, fueron prolongadas y generaron un gran volumen de material incandescente que se dispersó en sus laderas. Las imágenes del cráter iluminado por la lava eran impactantes, y muchos temían que la situación pudiera empeorar en cualquier momento.


Erupciones históricas y sus consecuencias


El Popocatépetl ha tenido erupciones significativas a lo largo de su historia, siendo la más notable la que tuvo lugar entre el 18 y el 19 de diciembre de 2000. En este periodo, el volcán escupió grandes cantidades de fragmentos incandescentes, iluminando su cráter con un espectáculo que dejó una huella en la memoria de los habitantes de la región. Después de tres días de calma, el volcán estalló nuevamente, esta vez arrojando fragmentos a más de 2.5 kilómetros de distancia, lo que obligó a mantener a las poblaciones cercanas en alerta.


La erupción del 22 de enero de 2001, en particular, se destacó por su ferocidad. Tras un sismo de magnitud 2.8, el volcán exhaló una mezcla de gases y material volcánico que descendió rápidamente por las laderas, provocando flujos piroclásticos que arrastraron hasta un millón de metros cúbicos de hielo del glaciar del Popocatépetl. Este material avanzó con tal fuerza que estuvo a solo un kilómetro de la población de Santiago Xalitzintla, lo que generó un ambiente de incertidumbre y temor.


La preparación ante la actividad volcánica

Volcán Popocatépetl presenta actividad en octubre de 2024.
Volcán Popocatépetl presenta actividad en octubre de 2024.

Frente a esta reciente actividad, la comunidad científica y las autoridades han redoblado esfuerzos para educar a la población sobre cómo reaccionar ante posibles erupciones. A pesar de que en este momento no se ha llegado a niveles de actividad tan alarmantes como los de 2000 y 2001, el geólogo Alejandro S. Méndez aseguró que es fundamental mantenerse alerta y preparado. Los estratovolcanes como el Popocatépetl son conocidos por sus erupciones periódicas, y cualquier indicio de actividad debe ser tomado en serio.


Aunque en junio de 1997 el semáforo de alerta volcánica alcanzó el nivel rojo debido a erupciones de gran magnitud, las lecciones aprendidas de aquellos eventos permitieron a las autoridades desarrollar protocolos más eficientes para la gestión de emergencias. La combinación de vigilancia constante y educación pública es clave para minimizar el riesgo y proteger a las comunidades cercanas al volcán.


La historia del Popocatépetl es un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de la importancia de la preparación y la prevención. Con cada nueva fase de actividad, el volcán no solo nos muestra su belleza, sino también la necesidad de estar siempre listos para lo inesperado.


 
 
 

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